Hace algunas semanas escribí sobre el modo en que uso las listas y dije que básicamente uso dos distintas para organizarme:
- Una lista de proyectos abiertos
- Una lista de tareas
Si miraras la segunda, verías básicamente tres tipos de elementos:
1. Tareas a realizar una sola vez (o pocas)
Pertenecen a un proyecto específico y, una vez completadas, me olvido de ellas. Algunos ejemplos de mis actuales proyectos abiertos son:
- Centro de recursos
- Viaje a San Diego
- Marco de competencias digitales
- MOOCs
- Vacaciones de invierno
2. Elementos que no son exactamente una tarea
Creo categorías para este tipo de elementos, así que quizá debería llamarles sublistas. Algunos ejemplos:
- Productos que tengo que comprar
- Libros que quiero leer
- Cosas que tengo que discutir en una conversación telefónica con alguien
- Temas que quiero cubrir en mi blog
3. Tareas recurrentes
Aquí pongo tareas que quiero realizar regularmente y que forman parte de una categoría que se podría llamar Mi vida. Por ejemplo:
- Correr tres veces a la semana
- Jugar a tenis dos veces a la semana
- Revisar el correo dos veces al día
- Leer cada día
- Controlar las finanzas familiares una vez a la semana
- Planificar mi semana cada lunes
Cuando completo una de estas tareas, Todoist está configurado para crear una nueva instancia cuando corresponde. Si me salto alguna por el motivo que sea (cosa que ocurre regularmente), la retraso manualmente.
Debería hablar del riesgo de planificar demasiadas tareas. Tendrá que ser en otra ocasión, sin embargo, porque hoy tengo otras cosas que completar.
Foto: IMG_0712 (Copia) (Luigi Mengato)
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